lunes, 13 de junio de 2011

El castillo de Kafka

Al señor agrimensor lo llamaron del castillo,
y resulta que no se podía entrar.
Había un guardián, y atrás otro guardián, y atrás otro,
y uno le dijo esta puerta es sólo para vos,
y ahora voy y la cierro.

El castillo estaba al lado de una aldea,
y en la aldea había una escuela,
y del techo de la escuela
se veía en una torre del castillo
una doncella gritar:

¡Ven, ey! ((que) te estoy esperando)
Necesito mensurar la selva virgen,
los terrenos del estado,
los alcances de la propiedad.
Necesito saber quién soy.

Y el pobre no podía dar tres pasos sin angustiarse
por más que nunca llegaría, incluso tampoco.

Y la doncella volvió a gritar
cosas, cosas, cosas,
y no paró hasta los reinos del anochecer.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

al cancionero!

Anónimo dijo...

temon

Valeria Galliso dijo...

¡qué lindo, che!

Daniel dijo...

Lo que no se termina de saber es si es épica como "El castillo" o no.