Ya todos saben que el sábado vamos a estar tocando en Rosario, y para los que todavía no lo sabían, acá se pueden enterar dónde y cuándo.
Ahora quiero hablar de otra cosa y desmistificar a un tipo que, a mi manera de ver las cosas, está muy sobrevaluado.
Como podrán imaginar, se trata del chabón de la imagen, que está bien, es de lo mejorcito que hay entre los superhéroes del establishment (junto al Hombre Araña, claro), pero en realidad ¿Quién es Batman?
Desde ya que no es el boludo del Capitán America, ni un maricón que usa calzoncillos rojos como Superman -y dije maricón, no gay, porque ya sabemos que Batman y Robin hacen lo que hacen y contra eso no tengo nada, al contrario (?)-. Pero la verdad que deja bastante que desear, sobre todo porque no siempre fue así: El Batman de las primeras dos décadas era un joven millonario que se volvía un retorcido por el asesinato de sus padres y entonces decidió salir a combatir el crimen vestido de murciélago (El Hombre Murciélago). Pero la Televisión lo hizo cagar.
Para que cayera mejor a la teleaudiencia, en la década del 60 Batman se volvió más simpático, y hasta se hizo amigo de la cana. Peor aún: empezó a laburar para ellos, o sea, lo que comunmente se dice un buche. De cuarta.
Para colmo, le terminaba haciendo el laburo sucio a los ratis que siempre llegaban tarde, con el comisionado Gordon y el Jefe O´Hara a la cabeza.
Así que viejo, al único Batman que bancamos es a éste. A los otros, como dice Laiseca, a los botones sin chapa, se los devolvemos.
Por último, no quiero comprometer a mis compañeros con esto, pero digámoslo de una buena vez: Que bien nos cae el Guasón.
Como podrán imaginar, se trata del chabón de la imagen, que está bien, es de lo mejorcito que hay entre los superhéroes del establishment (junto al Hombre Araña, claro), pero en realidad ¿Quién es Batman?
Desde ya que no es el boludo del Capitán America, ni un maricón que usa calzoncillos rojos como Superman -y dije maricón, no gay, porque ya sabemos que Batman y Robin hacen lo que hacen y contra eso no tengo nada, al contrario (?)-. Pero la verdad que deja bastante que desear, sobre todo porque no siempre fue así: El Batman de las primeras dos décadas era un joven millonario que se volvía un retorcido por el asesinato de sus padres y entonces decidió salir a combatir el crimen vestido de murciélago (El Hombre Murciélago). Pero la Televisión lo hizo cagar.
Para que cayera mejor a la teleaudiencia, en la década del 60 Batman se volvió más simpático, y hasta se hizo amigo de la cana. Peor aún: empezó a laburar para ellos, o sea, lo que comunmente se dice un buche. De cuarta.
Para colmo, le terminaba haciendo el laburo sucio a los ratis que siempre llegaban tarde, con el comisionado Gordon y el Jefe O´Hara a la cabeza.
Así que viejo, al único Batman que bancamos es a éste. A los otros, como dice Laiseca, a los botones sin chapa, se los devolvemos.
Por último, no quiero comprometer a mis compañeros con esto, pero digámoslo de una buena vez: Que bien nos cae el Guasón.
Fabián
6 comentarios:
Daniel Malllevado dice:
Yo al hombre araña lo banco pero al verdadero, el que le roba a los ricos para gastarla en falopa.
Al boludo ese yanqui que no para de posar al lado de la bandera norteamericana que se muera.
Además trabaja para el 4to poder.
Daniel Malllevado dice:
Y no hay que olvidarse que el Batman de los '60 en la película, en un momento dice: "Say no more, Robin".
Aguante.
Batman es un oligarca que sale a hacer justicia por mano propia y un reprimido ante Gatúbela.
Thumb down.
a mi me gustaba birdman, el hombre pájaro. Estoy de acuerdo con que los demás soin una manga de putos.
Juancino dijo:
El Hombre Araña es un capitalista boludo, es como "Capitan America" pero con un animal que lo identifica.
No estoy de acuerdo con que el Hombre Araña es (junto con Batman) "de lo mejorcito".
Creo que la escencia de batman esta muy bien descripta, lo que es él como un tipo que no le va la inseguridad y por qué hace lo que hace.
La última peli de Batman debería haberse llamado El Guasón. Buenísimo este Guasón malísimo!!!... con toques de humor terriblemente ácido que mis hijos no entendieron ni ahí, pero que fueron un disfrute para los grandes.
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